En la reciente estancia en Aarhus (Dinamarca), además de poder conocer la forma de organizar y sacar partido a nuestras industrias creativas y dar valor al emprendizaje, tuvimos la oportunidad de conocer los hábitos y costumbres de vida y también de movilidad de los daneses.

Aarhus es un municipio de más de 300.000 habitantes, la segunda ciudad danesa en importancia, con uno de los puertos más importantes del norte de Europa y un área de influencia metropolitana de 1.200.000 personas. Y lo primero que llama la atención es el gran número de bicicletas que hay en la ciudad y la falta de carriles específicos para ellas.

La gente se mueve en bicicleta y lo hace conviviendo con el resto de vehículos e incluso peatones. En las avenidas más amplias la bici es un vehículo más que circula por la calzada y en las calles peatonales las bicis consiguen pasar entre los peatones sin demasiadas dificultades. En fin, respeto y convivencia como máximas de la movilidad.

Me llamaron también la atención los aparcamientos para bicis situados en plena calle sin que parece que molesten a nadie y por cierto, ¡con las bicicletas sin candar!

No digo que tengamos que trasladar el modelo tal cual a nuestras ciudades, creo que tenemos otra mentalidad y otra forma de entender las cosas,  pero si que creo que deberíamos pararnos a pensar porqué necesitamos aquí mayores y mejores estructuras y urbanismos dedicados a las dos ruedas, cuando allí el uso de la bicicleta es mayor y los problemas de convivencia mucho menores…

Os dejo una colección de fotos.