Quiero darles a todos ustedes las gracias por compartir con nosotros una mañana entrañable e importante como la de hoy. Hoy entregamos la Medalla de Oro de la Ciudad a Beñardo Garcia Echeberria

Mila esker, gaur, zuen guztiena den Udaletxe honetako areto nagusi honetara etorri zaretelako, guretzako egun benetan berezia den honetan, parte hartzeko.

Gaur Irun Hiriko urrezko dominaren entrega egingo dugu.

Historioaren zehar, eta kasu honetan, geure historia txikiaren zehar, gure artean eta ondorengo generazioetan adibidetasun izateko merezimendu izan duten pertsonak, entitateak, momentu, edota egitasmoak egon dira dudarik gabe. Bai kulturan, zientzian, gizarte mailan eta nola ez kirol mahaian ere bai.

Irunek, beste edozein hirik bezala, eskertu, saritu, nabarmendu eta gogorarazi egin nahi izan ditu beren lanari eta gaitasunari esker guztiontzat eredugarri diren pertsona eta entitateak.

Cuando hace dos décadas recuperamos el reglamento de Honores y Distinciones y  decidimos instaurar la figura de la Medalla de Oro de la Ciudad quisimos abrir un espacio institucional en el que dar relevancia  a aquellas entidades o personas que desde su acción profesional o personal habían contribuido a la difusiones en la ciudad de valores universales.

Hemos tenido medallas en el mundo de la cultura y el arte, de la educación, de la solidaridad, de la sociedad y del deporte.

Hoy nuestra medalla de oro reconoce una trayectoria que ha hecho historia en nuestra ciudad ligada al deporte, pero también la sociedad. Porque Beñardo Garcia, presidente de Honor del CD Bidasoa, y máximo responsable del club durante diferentes etapas, lo consiguió todo a nivel deportivo, pero sobre todo consiguió hacer vibrar a una ciudad entera con unos triunfos que hoy seguimos recordando. Todos en Irun somos del Bidasoa. Y el Bidasoa es Irun. Tanto es así que hoy en día, todavía a nuestro equipo se le conoce en muchos lugares, sobre todo europeos, como el IRUN.

Y aquella ilusión colectiva se logró en un momento complicado para la ciudad. Eran los años 90 y la desaparición de las adunas llevó a Irun a una situación difícil económica y social. Pero en paralelo la ciudad vibró con alegría y emoción, en la mejor década deportiva que se puede recordar, y que culminó con la copa de Europa en 1995 que convertía al CD Bidasoa en el mejor equipo del mundo

Pero la historia había empezado antes, cuando el amarillo y el azul se fotografiaban en blanco y negro. Desde luego en aquella primera vinculación de un joven Beñardo como jugador de balonmano, pero sobre todo en sus diferentes etapas como presidente, en los años 80 y 90. Paso a paso, con tesón, y tenacidad aquel Bidasoa que jugaba al aire libre se fue convirtiendo en un club modélico. Conocido y reconocido. Respetado y envidiado. Que llegó desde el frio del Uranzu y los improvisados vestuarios del Bar Morondo y los cuidados de Joaquina, a escribir su nombre en la historia del balonmano.

Beñardo reconoce que fueron años de mucho trabajo en equipo, y no me refiero solo a lo deportivo. Me consta que muchas personas se implicaron en aquel proyecto. Muchos de los que hoy están aquí contribuyeron, capitaneados por Beñardo Garcia a ese ascenso a la cumbre que solo se consigue con trabajo y con la humildad que tienen los más grandes.

Entre 1986 y 1996 el CD Bidasoa lo gana todo: la Liga en dos ocasiones, dos Copas del Rey, la Copa Asobal, la supercopa, el campeonato de España Juvenil, la Recopa y por supuesto la Copa de Europa. He escuchado mil anécdotas de aquellos años, tuve la suerte de vivir algunos de aquellos momentos, sé que hay fechas como aquel 23 de mayo de la primera Liga del 87 que se siguen celebrando. Mila anécdotas que se siguen reviviendo y recordando. Porque Beñardo sigue estando rodeado siempre de los suyos, amigos, directivos, equipo.

Y esa forma de trabajar en equipo, de reconocer y felicitar a cada uno en cada paso, de compartir cada triunfo,  forja también una forma de hacer las cosas que esta medalla reconoce. Se sentaron bases firmes, raíces que nos proyectaron al futuro y que han sostenido en los tiempos más difíciles a un club grande pero que, sobre todo, es y ha sido, un GRAN CLUB

Créanme que pocas veces me he encontrado con alguien tan convencido de la grandeza de su club como Beñardo. Siempre tenaz, incansable y perseverante

Los triunfos deportivos siempre tienen en los deportistas su principal referente, pero es curioso comprobar que en Irun, y también fuera de nuestra ciudad, hay un reconocimiento al trabajo que desde los despachos Beñardo Garcia, y muchos de los que le acompañaron en sus directivas, hicieron para lograr esos triunfos deportivos. Un esfuerzo de  voluntariado y pasión para hacer del Bidasoa un equipo de primera. A todos los niveles.

Estoy seguro que todo ello quitando muchas horas de sueño y de tiempo a la familia que estaba en casa. Pero tejiendo también la gran familia bidasotarra en las calles y en las canchas. Y por todo eso esta sala capitular se nos ha quedado pequeña para compartir un reconocimiento a ese  trabajo.

Y este reconocimiento no es solo en la ciudad. También se da fuera de aquí. He tenido la oportunidad de comprobar en desplazamientos con el CD Bidasoa, daba igual Barcelona, Alemania o Dinamarca… que allí donde iba el equipo había muchos seguidores que tenían recuerdos, suyos o de su familia, y mucho, mucho cariño por el club y por su historia. Esa es la huella que escribe la historia y la grandeza de un club.

Quiero antes de terminar agradecer a las entidades que solicitaron esta medalla, al Real Union, Al Bidasoa Atletico Taldea, la sociedad deportiva Santiagotarrak, el club Leka enea, Hondarribia ArraunElkartea, la Real Sociedad de Fútbol, y por supuesto, el CD Bidasoa y a quienes han sido sus presidentes su deseo de distinguir a Beñardo Garcia por su labor con la máximo galardón de la ciudad,

Irundar guztiok daukagu gure bihotzetan Bidasoari lotutako oroimen bat eta guztiak bizitzen ditugu honen  arrakastak eta porrotak oso barru.

Hoy además de rendir este homenaje de la ciudad a Beñardo, no me quiero olvidar de quienes durante años han formado parte de las directivas, en los mejores momentos y en los más complicados. De los jugadores, técnicos, patrocinadores, y sobre todo, de los aficionados, porque un gran club es un gran club porque forma parte de mucha gente y esa seguramente es la mayor contribución de Beñardo, haber conseguido que el CD Bidasoa sea el equipo de Irun, de todos nosotros.

El que fuera entrenador del Balonmano Xesco Espar dijo que

La cabeza nos hace ser lógicos y el corazón nos hace soñar

Creo que Beñardo Garcia supo soñar con el corazón y la cabeza y eso es la base del mayor de los éxitos fuera y dentro de una cancha. Zorionak Beñardo!