Buenos días, y muchas gracias por acompañarnos en este acto que es muy especial. No todos los días recuperamos un elemento de nuestro patrimonio histórico como éste, con más de 500 años de historia a sus espaldas.

 

Imagínense ustedes esta colina a comienzos del siglo XVI donde prácticamente lo único que había era esta fortaleza.

 

Cierren los ojos e imaginen la vista preciosa sobre el Bidasoa, una posición estratégica privilegiada como se puede comprobar en la imagen de archivo que tenemos en el panel que se ha colocado a la entrada del castillo

 

Este emplazamiento hizo que Fernando el Católico mandase en 1512 levantar aquí este castillo. La historia de esta fortaleza está llena de diversos episodios de asaltos que provocaron su voladura varias veces con sus consiguientes intentos de reconstrucción, hasta que finalmente en 1719 quedase en ruinas.

 

En toda esta historia hay un hecho singular, unido a este entorno como es el 30 de junio de 1522. Gazteluzar fue uno de los lugares clave durante la Batalla de San Marcial como así lo hemos recordado recientemente durante este pasado año que se ha cumplido el V centenario.

 

El Ayuntamiento de Irun para recordar esta efeméride incluyó la rehabilitación de este espacio dentro de los trabajos que hemos venido intensificando para recuperar elementos de nuestro patrimonio. Quiero agradecer por ello a las entidades que han colaborado con nosotros en esta labor y, concretamente con este espacio, a la Fundación 1522 por su iniciativa en la recuperación de este castillo.

 

Hemos contado, además, con la ayuda del estado gracias al programa del 1,5% Cultural del gobierno de España. El resultado, lo están viendo, ha devuelto a la ciudad un yacimiento que, es cierto, no estaba en condiciones de abrirse a la ciudadanía y mostrarse a sus visitantes. Este proyecto de recuperación es por tanto saldar una deuda pendiente que la ciudad tenía con Gazteluzar y, además, abrir de par en par nuestra carta de presentación como un municipio que tanto para iruneses e irunesas, como a sus visitantes tiene mucho que contar de la mano de su patrimonio.

Porque vean:

 

Hoy viajamos al siglo XVI, pero es que dentro de muy poco nos trasladaremos a la época romana y a las termas de Oiasso que se van a hacer visitables junto al museo, con ayudas de los fon

dos europeos.

 

Siguiendo con la época romana, hace poco presentábamos las mejoras en la ermita de Santa Elena, antigua necrópolis de hace 20 siglos, pero que también tiene historia de época medieval.

 

Tenemos también la edad moderna con el conjunto monumental de Urdanibia, con su palacio, molino y ferrería que de la mano del Gobierno Vasco queremos que se abra a usos de la ciudadanía… tenemos el apogeo de la época industrial con las minas de Irugurutzeta que será objeto también de mejora en sus hornos… qué decir del puente Avenida, ya en el siglo XIX…

En definitiva, Irun y su historia, una vista al pasado pero mirando también al futuro. Porque las personas cambian, las generaciones se suceden, las ciudades cambian pero edificios o yacimientos como estos perduran y tienen que ser rehabilitados a modo de testigos permanentes que cuenten la historia de esta ciudad.

 

Qué mejor para adentrarnos un poco en el Irun del siglo XVI que ver a continuación las dos escenas teatralizadas con el equipo de Ana Pérez y Ana Galdós a la cabeza que con tanto éxito representaron hace unos meses y que ahora, con los trabajos terminados, pueden desarrollarse en su interior.

 

También tenemos por cierto pendiente traer aquí «El cantar de Gazteluzar» de la mano de Pedro Ballaz, el coro Atzokoak y el grupo Albada que el pasado año se representó en el Amaia KZ pero su sitio es este. Ójala pronto podamos ponerle fecha.

 

Nada más, les dejo con las escenas teatralizadas.

Muchas gracias.