Ayer celebramos en Irun un pleno intenso e importante. Una sesión en la que aprobamos asuntos de calado para la ciudad y el funcionamiento de los servicios municipales. Pero me vais a permitir que entre todos los puntos del orden del día me refiera a uno en particular que me ilusiona y que creo que tiene un mensaje especial: la adjudicación para la construcción de un nuevo hotel de 4 estrellas en la plaza de San Juan. 

Estoy en primer lugar orgulloso de la unanimidad lograda ayer y que refleja el amplísimo acuerdo institucional en la apuesta por un proyecto estratégico para nuestra ciudad. Orgulloso y emocionado ante una noticia con alcance económico, social, urbano y estratégico. Estamos hablando de una inversión de más de 12 millones de euros que va a crear empleo directo e indirecto, que remata nuestra nueva plaza San Juan y convierte a Irun en referente turístico de calidad.

Hablamos de una nueva infraestructura hotelera de 4 estrellas en un moderno y singular edificio en pleno corazón de la ciudad. El proyecto presentado responde de manera perfecta a lo que se esperaba para ese entorno. Será un hotel sí, gestionado por una prestigiosa cadena hotelera, Silken, pero además incluirá espacio comerciales en la planta baja que revitalizarán la zona y contempla también restaurante y un salón de eventos en la azotea que darán una visión única de San Juan y permitirá a todos los iruneses poder disfrutar de la instalación.

El nuevo establecimiento creará nuevos puestos de trabajo, director e indirecto en los que además, a través de la cláusula social incluirá, queremos dar respuesta a las necesidades de los desempleados iruneses. Será un perfecto remate urbano para nuestras nuevas plazas San Juan/Etxeandia y pondrá a Irun en el mapa de referencia turística y estratégica de un entorno enormemente atractivo para los visitantes.

Pero además de todo esto está lo no escrito, lo que no recoge el proyecto y que es la ENORME ILUSION COLECTIVA, que nos produce este nuevo proyecto. Una nueva ilusión en común en Irun y para los iruneses.