Mucho estamos oyendo hablar en los últimos tiempos de la crisis y sus consecuencias. Unas consecuencias de las que nadie estamos a salvo, tampoco los Ayuntamientos.

En nuestros municipios el mayor de los peligros es la reducción del fondo de financiación municipal. los descensos en las recaudaciones previstas por parte de la diputación están amenazando con unas importantísimas caídas en el dinero que se nos destina a los ayuntamientos. Hay quien ya ha tomado cartas en el asunto, como es el caso de la Diputación de Álava que para favorecer un marco de estabilidad a los municipios ha decidido sustituir el riesgo compartido por un marco de estabilidad que cifra las subidas y bajadas de la financiación municipal en torno al 5%. Esto permite que las bajadas y las subidas de aportaciones de la diputación no oscilen demasiado y se pueda garantizar la prestación de los servicios municipales. Se compensan los años perores con los mejores y los ayuntamientos no recibirán grandísimas aportaciones en los años más positivos pero tampoco verán desplomarse la financiación en tiempos difíciles.

Los Ayuntamientos prestamos servicios de primer nivel para los ciudadanos y tenemos unas menores posibilidades de endeudamiento. Si una de las fuentes de ingresos más importantes como es l fondo foral se desploma, tenemos un problema

Quiero también destacar la buena noticia de las ayudas extraordinarias que ha anunciado el Gobierno Vasco, al que también hay que pedir que asuma las competencias de sus servicios que corren por el momento a cargo de los ayuntamientos. Aunque en este sentido no debemos olvidar, sobre todo aquellos a los que les han entrado las prisas de repente, que esta es una deuda histórica que el ejecutivo ha ido aumentando en los últimos 30 años.

Sumar es imprescindible y todos debemos poner nuestro granito de arena. Hay tres puntos clave: las políticas de ajuste y ahorro dentro de los municipios y que nosotros ya estamos aplicando, las ayudas del Gobierno Vasco y su compromiso de hacerse cargo de sus competencias y que la Diputación de Gipuzkoa se comporte de manera similar a la de Álava estableciendo un plan de estabilidad para con todo esto seguir garantizando la prestación de servicios a nuestros ciudadano.