Si una reivindicación lleva años siendo protagonista de las elecciones y los mandatos en Irun es la de la exigencia de mejoras en los viales de acceso a la ciudad.
A pesar de estar en la estratégica situación fronteriza que está, ser la segunda ciudad del territorio, y soportar importantes tráficos de paso, ha estado históricamente a la cola en los planteamientos de mejora y modernización de las red de carreteras de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Hemos visto variantes, segundos cinturones y desdoblamientos por todo el territorio, y libres de peajes, y no en nuestra ciudad.
En estos últimos meses, después de 4 años de intensas exigencias hemos conseguido que arranquen las obras del semienlace de la A-8 en Oñaurre y que, aunque tarde, y de malas maneras, la Diputación haya garantizado la financiación para la Ronda Sur que hace 4 años prometió hacer. Son buenas noticias pero nos saben a poco. En Irun los accesos son un problema y necesitan un compromiso firme de quien es competente.
Por eso, vamos a trabajar para que la Diputación asuma la financiación del resto de la Ronda Sur que será un desahogo para los tráficos de acceso de esa parte de la ciudad. Nos gustaría, claro, que mientras no esté al 100% la A-8 pudiera ser gratuita en las entradas y salidas en territorio irunés, que funcione como el segundo cinturón donostiarra.
Pero, además, vamos a trabajar para que se solucione otro foco de trafico intenso: la antigua N-1, la variante a su paso por encima de las vías del tren. Este punto tiene un tráfico muy intenso y una solución relativamente fácil. Nos gustaría que se desdoblara esta carretera entre la incorporación de Kostorbe y la salida a Mendelu. Es un tramo corto pero recoge muchos tráficos, incluso de los que van a Hondarribia. Es una obra que ayudaría enormemente. Por eso será una de las primeras peticiones que traslademos a los responsables de carreteras forales en el nuevo mandato.
Creemos que Irun se merece una mayor y mejor atención en sus accesos, un compromiso de la Diputación para facilitar los tráficos y los movimientos de los iruneses y las irunesas, y con eso lograremos también una mejor calidad de vida para IRUN, SIN DUDA.
Desde luego lo que no se entiende es que aquí, con la frontera, con los camiones, con el tráfico de paso que hay tengamos las carreteras peor que en cualquier pueblo del interior de Gipuzkoa. La Diputación siempre nos ha tenido olvidados. Hay que peleara siempre esté quien esté. ¡Mucho ánimo!