Las elecciones del pasado 22 de mayo han redibujado el panorama político de nuestro ayuntamiento y a partir de los mimbres elegidos por los iruneses nos toca ahora asumir la responsabilidad de crear el cesto más firme y más fuerte, el que garantice que todos los que queremos lo mejor para Irun tengamos en él nuestro espacio de responsabilidad.

En estos días, he pensado mucho en los resultados, en la confianza que mis vecinos han vuelto a depositar en nosotros. He pensado también, y mucho, en lo que está pasando en las calles: concentraciones, declaraciones, asambleas, peticiones… Ya dije hace unos días que los políticos no debemos y sobre todo NO PODEMOS ser ajenos a lo que nos dicen los ciudadanos. Nos tenemos que dar por aludidos. Sobre todo en los ayuntamientos estamos en primera línea de contacto con la gente y debemos tender puentes de entendimiento y confianza, tenemos que escuchar y actuar, recuperar la ilusión y la confianza en la política, desterrar el significado cada día más negativo que esta adquiriendo la política.

Por eso tengo claro que hay una serie de claves que se hacen imprescindibles para iniciar el camino de estos nuevos tiempos: TRANSPARENCIA, AUSTERIDAD Y PARTICIPACION. Quiero que estas ideas unidas a la consecución de los objetivos que tenemos para Irun marquen el devenir de nuestro ayuntamiento en este nuevo mandato. Cualquier acuerdo tiene que tener como base estos principios.

Y ese acuerdo tiene que llegar de la manera más amplia posible, con la mayor representación social que se pueda. Hemos hablado ya con todos los grupos con representación en el ayuntamiento y coincidimos todos en qué Irun y los consensos que podamos lograr sobre la ciudad, están por delante. Las diferencias empiezan en el cómo lograrlos. Parece, tras una primera ronda, que los mayores puntos de encuentro estarían al lado de PNV y PP, aunque Bildu y EB se encuentran dispuestos a acuerdos puntuales en los que se compartan objetivos de ciudad.

Por eso quiero proponer un pacto MADE IN IRUN. Un pacto de amplia base, un gobierno municipal sólido y con un gran respaldo social, pensando en las personas y en los proyectos de Irun. La ciudad tiene retos apasionantes por delante y para lograrlos tenemos que tener un cesto de fuertes mimbres y que nos garantice relaciones interinstitucionales sólidas y productivas.

Confío en que las cosas lleguen a buen puerto, confío en que Irun sea nuestra única hoja de ruta y confío en lograr un gobierno con amplio respaldo y a la altura de lo que somos, una gran ciudad.