El 1 de mayo es un día de reivindicaciones a favor de los trabajadores. Un día para recordar que sigue habiendo derechos por los que pelear. Pero en Irun es, además, un día de fiesta. Desde hace años, muchos años, el 1º de mayo celebramos una comida en la que compañeras y compañeros, amigos y amigas, disfrutamos de un día de fiesta.

Este año ha sido especial.

No solo porque hemos tenido más gente que nunca. Muchísima más gente que nunca, más del doble que en cualquier otro año. También porque la ilusión, el buen humor, el orgullo, que he visto en todos los que se acercaron a compartir este día fue especial. Está siendo un año diferente. Con citas electorales importantes y decisivas. Con amenazas de pactos extraños y campañas duras por los insultos y las descalificaciones personales. Todavía nos queda nuestra campaña, la local, y las pistas ya apuntan a que algunos prefieren insultar que presentar proyectos.

Por eso sentir tan de cerca el calor de tanta gente, la ilusión colectiva, la fuerza de quienes están ahí, ha sido un verdadero chute de energía

 

Gracias a todos. Seguimos trabajando por esta ciudad que sentimos de verdad.