Han pasado las Elecciones Generales y he querido dejar pasar al menos un par de días antes de llevar al papel(al blog en realidad), unas reflexiones sobre los resultados que se han producido.

Conviene empezar reconociendo sin eufemismos la realidad: los ciudadanos españoles han dado un severo castigo electoral al partido socialista y eso me parece más destacable que la victoria del Partido Popular, porque su subida en votos no ha sido significativa.  Vaya por delante mi felicitación para los ganadores con el deseo de que les vaya bien porque deseo que eso sea también bueno para el país. El tiempo lo dirá.

A nosotros nos toca ahora abrir una reflexión sobre lo sucedido, para asentar sobre ella una oferta que ilusione y convenza a la sociedad española  de nuevo.   No será fácil, pero ya sabemos como hacerlo porque no es la primera vez que perdemos (ni será la última afortunadamente). Se ha hablado tanto de la crisis, que resulta poco original acudir a ella para explicar lo sucedido , pero la crisis y su gestión han estado en el origen del varapalo electoral. Mayo de 2010 no será olvidado por Zapatero ni por los socialistas en muchísimos años.  Ahí está el origen de medidas tan impopulares y sobre todo tan contradictorias con lo que veníamos diciendo tan solo unas semanas antes, … Ese día Zapatero hizo lo que no quería, pero sobre todo perdió la credibilidad . Y no la ha recuperado ni él, ni el gran Rubalcaba, un hombre honesto, trabajador e inteligente que no ha podido convencer de que él pudiera significar algo distinto.

Si a eso añadimos la división eterna de la izquierda, frente al monolitismo de la derecha, nos encontramos con el peor resultado en 30 años, en el marco de la peor  crisis mundial de varias generaciones.

Consuela ver que en nuestra ciudad el voto al Partido Socialista se mantiene con los niveles de las elecciones municipales pasadas y eso significa que mantenemos una sintonia importante con la sociedad irunesa. Sigo trabajando para que esa conexión se afiance y mejore . Creo en la política como la herramienta que mejora la vida de las personas desde la voluntad de la mayoría.  Y creo que desde las ciudades debemos contribuir a generar confianza en los políticos dando ejemplo de ética, transparencia y honestidad. Así veo yo las cosas.