Irun es desde este mes de julio Ciudad  30. Hemos dado un paso pionero en Euskadi para convertir las calles de nuestra ciudad en calles más amables y seguras y además bajar los niveles de contaminación. Prácticamente todas nuestras calles tienen un límite de velocidad de 30 km/h. Todo es fruto además, de un acuerdo plural y participativo de la Mesa de Movilidad en la que participamos todos los grupos políticos y multitud de entidades sociales.

 

Con la puesta en marcha de esta medida vamos a conseguir un tráfico más tranquilo, que de mayor seguridad a los ciclistas y que propicie un mayor respeto entre todos los actores de nuestra circulación. A esta velocidad es más fácil convivir y además los accidentes se reducen y son mucho menos graves.

 

Tenemos que ser conscientes de que las calles son las mismas y los vehículos cada día son más numerosos, es además necesario que convivan con peatones y ciclistas que tienen necesariamente que ganar protagonismo en nuestras ciudades. Una ciudad más amable en el tráfico es, sin duda alguna, una ciudad mejor. 

En Irun tenemos una configuración urbana complicada y la mejor manera de convivir a la hora de circular es hacerlo con el mayor de los respetos. Estoy seguro de que el balance será positivo, porque está además madurado y consensuado entre todos, con todos los puntos de vista y la mayor pluralidad posible de opiniones.

 

No me cabe duda de que, como dice la campaña que estos días nos acompaña en Irun, Una Ciudad  30 es una buena señal.