Ayer inauguramos el nuevo vial Dolores Salis, en mi intervención quise poner en valor el espacio pero también la figura de quien le da nombre a esta nueva calle irunesa:

Azken urteotan, Irun hiria eraldatzen ari da alderdi askotan; parke berriak, eraikuntza berriak, eta kale berriak ere bai. Hauetako bat dugu Dolores Salis kale hau. Kale zabala, errepide, espaloi eta bidegorri berriekin. Hiriko trafikoari soluzioa emateko eta hiritarrei pasaleku eder eta berri bat emateko pentsatuta. Kale berri hau ireki zenetik jendez gainezka ikusi dut pasatu nahizen bakoitzean eta hori da nire ustez hiri aktuazio baten arrakasta handiena, jendearen erabilera.

Hoy queriamos poner en valor este nuevo espacio urbano, una nueva calle, un nuevo paseo con carril bici, un nuevo parque,…en definitiva un nuevo lugar de paso, conexión y también de disfrute para los iruneses. Esta calle supone una unión vial importante porque ayuda a descargar tráficos de una zona sensible como lo es la parte vieja. Es además un lugar agradable para el paseo peatonal y de bicicleta que nos ha permitido, además, recuperar visualmente un elemento de nuestro patrimonio, tan querido y entrañable como es la ermita de Santa Elena.

Ha sido una obra importante, que como todas ha tenido sus molestias, una obra complicada que ha incluido la demolición y la construcción de un nuevo puente, más amplio, más cómodo y más seguro, y con la que también se han ganado nuevos espacios para el ocio. Una obra además, que ha venido subvencionada a través del Plan E por el Gobierno de España y que por lo tanto no ha tenido coste para las arcas municipales.

Pero además esta nueva calle tiene un nombre propio, el de alguien que al igual que la propia calle, se abrió camino dónde no lo había y se hizo un hueco en el arte y la literatura cuando no era fácil que una mujer lo hiciera,: Dolores Salis, Lolita Salis, como le conocían sus más allegados. Escultora, pintora, pianista, escritora, madre y esposa y como su propio hijo Jaime Rodriguez Salis la define en su libro, “imaginativa y culta”. Su nombre figura ya en las placas a ambos lados de esta calle que hoy hemos recorrido y ha servido además, de perfecto pretexto para recuperar su obra y su nombre.

Me alegro de ver a su familia aquí y me alegro también de que los más jóvenes hayan tenido la oportunidad de conocerla a través de su hijo Jaime, que me consta visitó hace unos días el Colegio de Secundaria de Dunboa. En breve escucharemos el trabajo que sobre ella han preparado los alumnos de este centro a los que quiero agradecer su participación.

Agradecer también la presencia de todos ustedes, de los vecinos del barrio, de Roberto Iparraguirre Presidente de la Asociación de Vecinos y del coro Larreaundi que nos acompañara ene l cierre de este acto.

Solo me queda invitarles a que disfruten de esta calle, una calle que además poco a poco va ir incluyendo nuevos vecinos. A borde de ella se construye ya el nuevo centro de Eguzkitza y en el otro extremo hemos podido también comprobar que han empezado las obras del nuevo campo de fútbol. Nuevo tiempos que traerán nuevas oportunidades para este entorno de las que será testigo Dolores Salis. Muchas gracias a todos.