El pasado jueves inicie en Larreaundi los encuentros que mantendré con vecinos de todos los barrios de la ciudad. Fue sin lugar a dudas una velada interesante, con mucho gente y muchos temas. Y precisamente, lo primero que me gustaría es agradecer la gran afluencia de vecinos que acudieron, y es que cuando hablamos de participación es importante que nosotros abramos los canales pero sin duda, lo más importante es que la respuesta ciudadana sea también positiva.
Si que quiero empezar destacando una visita “peculiar” que tuvimos al comienzo. Varios propietarios de perros se acercaron hasta la reunión para reivindicar un espacio de esparcimiento para perros. No pudieron entrar, porque estábamos en un recinto escolar y de una manera correctísima aceptaron esperar fuera con los perros y algunos de ellos llevar a la reunión su petición. Hablo de este tema porque es curioso como a lo largo de esa misma reunión hubo quien también habló de perros pero lo hizo para quejarse de ellos. Y es que muchas veces los intereses de unos chocan con los de otros y en encuentros como estos se ve que en ocasiones no es fácil conciliar todas las opiniones particulares.
Por eso es interesante escuchar, para mí como alcalde desde luego, pero también entre los propios vecinos, que muchas veces tampoco coinciden en sus peticiones y es que nunca llueve a gusto de todos…
Pues yo digo que ya estoy hasta las narices de las cacas de los perros y que hay que empezar multas de las de verdad! Ya está bien de tanto chucho dejando «regalitos» por todas las aceras