He pasado mi adolescencia en Francia y he leído por supuesto «Charlie Hebdo», un periódico que se atreve a opinar de todo y de todos, con una total libertad aunque no siempre te guste o se comparta todas sus opiniones. Wolinki y Cabu son tan conocidos como Forges o Máximo en España.
Me han acompañado todos estos años y sé que echaré de menos sus dibujos provocadores. Ellos sí que se merecen que les mimen en el cielo pero, para mí, que no querrán que lo haga unas vírgenes, mejor una Anita Ekberg que acaba de fallecer.
He pasado mi adolescencia en Francia y he leído por supuesto «Charlie Hebdo», un periódico que se atreve a opinar de todo y de todos, con una total libertad aunque no siempre te guste o se comparta todas sus opiniones. Wolinki y Cabu son tan conocidos como Forges o Máximo en España.
Me han acompañado todos estos años y sé que echaré de menos sus dibujos provocadores. Ellos sí que se merecen que les mimen en el cielo pero, para mí, que no querrán que lo haga unas vírgenes, mejor una Anita Ekberg que acaba de fallecer.